Una esperanza hecha realidad

Muchas mujer sueñan con tener un bebe y formar una familia, pero lamentablemente en algunos casos estos sueños no se pueden realizar. En ocasiones estos anhelos no se pueden realizar ya que existe una gran cantidad de mujeres que no pueden tener hijos, es decir son infértiles. Este es el caso de Martha Calle de 40 años, quien durante 15 años luchó para poder convertirse en madre y que gracias a la inseminación artificial pudo tener a su bebé y ahora puede tener en sus brazos a su pequeña hija llamada Milagros.

“A los 25 años me di cuenta que no podía ser madre. Me sentí la mujer más infeliz de la tierra”, mencionó Martha, ya que esto ocasionó que su pareja la dejara. Ella después de esto no quería saber nada más de los hombres, pero decidió luchar y ser madre. Acudió a un médico en busca de orientación especializada para someterse a un tratamiento personalizado.

Después de mucha lucha y sufrimiento y con el método de la inseminación artificial, que es una técnica de reproducción asistida, que consiste en colocar en el útero de la mujer una cantidad fija de semen del varón. Es una técnica relativamente simple y eficaz, pero el resultado final está condicionado por la calidad de semen. Si después de cuatro intentos no se ha logrado el embarazo, puede pasarse a algún tratamiento alternativo que aumenta las posibilidades de éxito.

Martha es una de las tantas mujeres que ha logrado sus objetivos, el de cumplir con el más noble de los oficios: el ser madre. Ella al inició del tratamiento no se sentía segura si funcionaría y no se trataba de dar esperanzas, pues ya no quería seguir sufriendo. Después de 5 años sin saber nada de su pareja y con pocas esperanzas, el medico que la atendía le dijo que su organismo ya estaría preparado para acondicionarle a su útero. Ella sin muchas esperanzas siguió esperando.

Después más de diez años recibió una noticia inesperada, que podía ser madre. Carlos de la vega medico personal, explica que esté procedimiento se realizó después de una debida selección de espermatozoides, que se le introdujeron, por el conducto inferior del útero (intrauterino), teniendo con anterioridad un monitoreo mensual de su ovulación, lográndose con éxito.

Hasta que llegó la hora de poder ser madre. Era un sueño hecho realidad, “no importa que este sola, yo sustituiré el amor de un padre”, mencionó Martha llevando en el brazo a su pequeña hija de 1 un mes de nacida llamada Milagros, que nació sin complicaciones en el parto sin pasar por cesárea es así que muchas mujeres logran lo más hermoso de la vida, que es ser madre.